La idea de celebrar el día del padre cada tercer domingo de junio proviene de Estados Unidos. A principios del siglo XX, la señora Sonora Smart Dodd, residente de la ciudad de Washington, propone la fecha en homenaje a su padre quien, al enviudar, crió amorosa y responsablemente a seis hijos.
Fue en 1910 en Spokane, Washington, donde se celebró por primera vez el día del padre. Mas tarde, en 1924, el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea y convirtió el Día del Padre en una celebración nacional. La mayoría de países del continente americano se sumaron a dicho festejo. En la tradición católica, el día del padre se festeja el día de San José, cada 19 de marzo.
Hoy en día es una fecha casi tan popular como el Día de la Madre, y aunque se suele promover principalmente por intereses comerciales, es bueno tomarse un momento para rendir homenaje al cariño y respeto que la paternidad responsable nos inspira.
Fue en 1910 en Spokane, Washington, donde se celebró por primera vez el día del padre. Mas tarde, en 1924, el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea y convirtió el Día del Padre en una celebración nacional. La mayoría de países del continente americano se sumaron a dicho festejo. En la tradición católica, el día del padre se festeja el día de San José, cada 19 de marzo.
Hoy en día es una fecha casi tan popular como el Día de la Madre, y aunque se suele promover principalmente por intereses comerciales, es bueno tomarse un momento para rendir homenaje al cariño y respeto que la paternidad responsable nos inspira.
MI PADRE
La nobleza del alma es su nobleza;
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero forma su pobreza
la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.
Quiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean
y de todos los versos de mi lira
éstos los dignos de su nombre sean.
La nobleza del alma es su nobleza;
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero forma su pobreza
la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.
Quiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean
y de todos los versos de mi lira
éstos los dignos de su nombre sean.
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